sábado, 2 de febrero de 2013

2 DE FEBRERO, DÍA MUNDIAL DE LOS HUMEDALES



"Extensiones de marismas y pantanos, o superficies cubiertas de agua, sean éstas de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces o saladas, incluidas las extensiones de agua marina cuya profundidad en marea baja no exceda de seis metros".

Así define la Convención sobre los Humedales estos ecosistemas, en los que el agua juega un papel fundamental.

El 2 de febrero de 1971 se firmó el Convenio sobre los Humedales, a orillas del Mar Caspio, en la ciudad iraní de Ramsar. Con él, se creó una lista de las zonas húmedas de importancia internacional compuesta, en la actualidad, por 1.011 humedales de 117 países. Nuestro país se incorporó a la lista en 1982 agregando 49 humedales entre los que destacan Parques Nacionales como Doñana y Tablas de Daimiel y lagunas como las de Puebla de Beleña, en la provincia de Guadalajara. 

Gran parte del abundante patrimonio arqueológico y cultural del mundo guarda estrecha relación con las riquezas naturales de sus humedales. Las antiguas civilizaciones surgieron y evolucionaron al borde de los grandes ríos y de los humedales asociados a ellos y el bienestar de mucha gente sigue dependiendo actualmente de sus recursos hídricos. Además, diversas actividades humanas requieren de los recursos naturales provistos por los humedales y dependen, por lo tanto, del mantenimiento de sus condiciones ecológicas.


Los humedales nos recuerdan hoy lo mucho que les debemos. Nuestro reto es conservar y restaurar la funcionalidad de estos ecosistemas creando una verdadera infraestructura verde que contribuya a parar el deterioro del planeta. Por este motivo, os invitamos a poner en práctica una serie de consejos para reducir el consumo de agua en vuestros hogares. Porque preocuparse por el agua significa preocuparse por los humedales, el cambio climático, la biodiversidad y la calidad de la vida en la Tierra.


1) Usa el lavavajillas siempre que sea posible. Según un estudio llevado a cabo por el Canal de Isabel II de Madrid, el uso del lavavajillas permite ahorrar hasta 100 litros, alrededor de un 10 por ciento de agua, respecto al lavado de platos manual. Además, puesto que la mayor parte del agua ahorrada es agua caliente, también se experimenta un ahorro de energía de 3 kWh en cada lavado.


2) Botellas de agua dentro de la cisterna. Muchas casas ya tienen cisternas de doble capacidad dependiendo de las necesidades de cada uso, sin embargo, muchas otras no. La mayoría de las veces no se requiere la ingente cantidad de agua que desprende la cisterna, por lo que una buena solución para no derrochar agua es colocar dos botellas de plástico en el interior para reducir el volumen de agua que se gasta cada vez que se tira de la cadena. Y recuerda: no utilices el inodoro como si fuese una papelera.


3) Cierra el grifo mientras te aseas. Durante el cepillado de los dientes o el afeitado no es necesario mantener el grifo del agua abierto. Conseguirás ahorrar hasta doce litros por minuto.


4) Lavadoras y lavavajillas siempre llenos. Ambos electrodomésticos, salvo que se active la función de media carga que no todos los aparatos incorporan, gastan la misma cantidad de agua independientemente de la carga de ropa y cacharros, de modo que, llenándolo hasta arriba optimizarás el consumo.


5) Riega siempre de noche. Durante el día las altas temperaturas evaporan parte del agua que empleas en regar tus plantas, siendo el momento más recomendable del día el atardecer o el amanecer.


6) Utiliza atomizadores, perlizadores o difusores. Los atomizadores son unos pequeños artilugios que se colocan en la salida del agua de los grifos y que permiten mezclar el agua con aire. Así conseguirás una sensación de mayor chorro con una menor cantidad de líquido, lo que te permitirá ahorrar agua. Otra opción es regular la llave de paso para reducir el caudal que pasa por la tubería.


7) No te bañes, dúchate. La ducha en lugar del baño permite un ahorro de unos 150 litros de agua. Si multiplicas esa cantidad por el número de veces que te duchas al año verás que el derroche es más que notable.


8) Elije plantas autóctonas. Cuando pienses qué plantas colocarás en tu jardín ten en cuenta sus necesidades hídricas, pues no consume la misma cantidad de agua un cactus que una kentia o un geranio.


9) Agua fría en la nevera. Si dejas una jarra de agua en la nevera no tendrás que esperar cuando abras el grifo a que salga fresca, ahorrando una importante cantidad de líquido elemento.


10) Revisa periódicamente las instalaciones de la grifería, ya que las pérdidas de agua que ocasionan las averías pueden hacer que nuestra factura se incremente considerablemente.




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