ELABORACIÓN DE PAPEL RECICLADO
La elaboración de papel reciclado
es una actividad altamente atractiva que ayuda a que l@s alumn@s conozcan su
proceso de fabricación, al tiempo que reflexionan sobre la
necesidad de evitar el despilfarro de nuestros recursos y sobre lo fácil que resulta
reciclar materias primas para crear nuevos productos a los que dar
múltiples aplicaciones.
Ingredientes:
Lo más interesante de esta tarea es
que, a excepción del que está plastificado, se puede emplear cualquier tipo de
papel que tengamos a nuestro alcance: cartulinas, periódicos, revistas, folios desechables, etc.
Además, tenemos la posibilidad de incorporar otros elementos como algodón deshilachado, hojas, pétalos, espigas, semillas, aromas, pintura de dedos, purpurina. Y es que la elaboración de papel reciclado es muy creativa y gratificante.
Así que, dependiendo de la edad del grupo, se enfocará esta experiencia hacia la historia del papel, los valores medio ambientales, la importancia de la reutilización o las posibilidades que ofrece este material.
Además, tenemos la posibilidad de incorporar otros elementos como algodón deshilachado, hojas, pétalos, espigas, semillas, aromas, pintura de dedos, purpurina. Y es que la elaboración de papel reciclado es muy creativa y gratificante.
Así que, dependiendo de la edad del grupo, se enfocará esta experiencia hacia la historia del papel, los valores medio ambientales, la importancia de la reutilización o las posibilidades que ofrece este material.
Procedimiento:
Lo primero que haremos será
recortar en trozos pequeños los distintos tipos de papel, de manera que el
mayor no sea más grande que un sello de correos.
Cuando hayamos rasgado una cantidad suficiente, la pondremos
en un cubo tomando como referencia las siguientes medidas: por cada parte de
papel, añadiremos el doble de agua. Si el papel contiene tinta (como ocurre en
el caso de los periódicos), realizaremos la mezcla con agua caliente para conseguir eliminarla.
A continuación, pasaremos la batidora y procuraremos que la pasta resultante quede fina y bien triturada. Para que no salpique, podemos tapar el recipiente con algún trapo viejo. Éste, es el único paso peligroso para l@s más pequeñ@s, por lo que lo realizaremos con muchísimo cuidado para que no se produzca ningún accidente.
A continuación, pasaremos la batidora y procuraremos que la pasta resultante quede fina y bien triturada. Para que no salpique, podemos tapar el recipiente con algún trapo viejo. Éste, es el único paso peligroso para l@s más pequeñ@s, por lo que lo realizaremos con muchísimo cuidado para que no se produzca ningún accidente.
Después, dejaremos reposar la
pasta de papel hasta el día siguiente. Más tarde, colaremos el papel y lo
escurriremos sobre un recipiente utilizando una rejilla, un bastidor o un
colador de tamaño grande. Una vez que hayamos filtrado el agua sobrante de la
masa de papel, volcaremos la pasta sobre una tela de fieltro humedecida y la
extenderemos dando varias capas de
manera uniforme, para terminar cubriendo la superficie con otro trozo de tela y
con un objeto plano sobre el que pondremos algo de peso.
Finalmente, sólo resta esperar.
En unas horas (especialmente, durante la época del año en la que las temperaturas
son más altas) o a los pocos días de llevar a cabo la experiencia, nuestro papel estará seco y listo para ser
utilizado. Aunque será conveniente retirarlo del fieltro con sumo cuidado, para
evitar que el pliego se rompa.
El papel es una materia que se extrae de los árboles, con un enorme impacto ambiental en su proceso de producción. Reciclándolo a través de acciones como la que acabamos de explicar, cuidaremos nuestro entorno y nos divertiremos haciendo un montón de cosas: cuadernillos, marcapáginas, collares, folios
para escribir o dibujar libremente, etc. Lo más difícil ya está hecho. Ahora,
los únicos límites serán aquellos que nuestra imaginación quiera imponernos.
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